Tipos de pie zambo
Seguramente, si ya has empezado a informarte o has hablado con algún especialista, habrás escuchado que no todos los pies zambos son iguales.
Y es normal que te preguntes:
"¿Cuál tiene mi bebé? ¿Es más leve o más grave? ¿Necesitará más o menos tratamiento?"
Voy a intentar explicártelo de madre a madre o padre, sin tecnicismos complicados, porque yo también necesité que alguien me lo dijera claro en su día.
1. Pie zambo idiopático (o aislado)
Este es el tipo más común y el que suelen tener la mayoría de los bebés.
“Idiopático” significa que aparece sin estar asociado a otras enfermedades o síndromes. Es decir, tu bebé está sano, simplemente tiene sus piecitos torcidos.
En muchos casos, este tipo de pie zambo responde muy bien al método Ponseti, con escayolas, tenotomía y el uso de las famosas botas Ponseti.
Sin embargo, quiero contarte algo desde mi experiencia personal.
Mi hija Halia ha sido diagnosticada recientemente con un pie zambo atípico, un tipo que no siempre sigue las reglas del tratamiento tradicional.
En su caso, el método Ponseti no ha funcionado como esperábamos, y estamos buscando alternativas y nuevos caminos.
Pero de esto, te hablaré con calma más adelante, porque también es importante dar visibilidad a esos casos que no son "de libro", y que también merecen ser contados.
2. Pie zambo sindrómico
En este caso, el pie zambo forma parte de otro síndrome o condición neurológica o muscular.
Suele venir acompañado de otros signos o características que los médicos te habrán explicado si es vuestro caso.
El tratamiento puede ser un poco más largo o complejo, pero eso no significa que no se pueda mejorar. Solo que cada caso es diferente y necesita un seguimiento más personalizado.
3. Pie zambo postural
Este tipo es más leve y suele deberse a la posición del bebé en la barriga, como si se hubiera quedado con los pies colocados en una postura incómoda durante mucho tiempo.
Normalmente, no es un pie zambo estructural (los huesos, tendones y músculos están bien formados), solo necesita un poco de estimulación, ejercicios o fisioterapia suave para corregirse.
Cada tipo tiene su camino y su ritmo, pero todos tienen algo en común:
Con amor, acompañamiento y el tratamiento adecuado, los peques salen adelante.
No te agobies con las etiquetas. Lo importante es dar el siguiente paso con la mejor información y el mejor equipo médico posible.
