Diagnóstico

Ojalá pudiera decirte que el diagnóstico es siempre claro y fácil de asimilar… pero la realidad es que cada familia vive ese momento de forma distinta.

A veces, el pie zambo se detecta durante el embarazo, en las ecografías de control. No siempre es fácil verlo, pero hay casos en los que ya te lo comunican antes de que nazca tu bebé.
Otras veces, como nos pasó a nosotros, te lo dicen justo al nacer, cuando por fin tienes a tu pequeño o pequeña en brazos, oliendo a vida y llenándote el pecho de amor… y de repente te sueltan:
"Tu bebé tiene los pies zambos".

Y te quedas como en pausa.
Mirando esos piecitos torcidos que tú ves igual de perfectos, aunque no entiendas nada.

En ese momento, lo más normal es que sientas miedo, dudas o incluso rabia. Porque nadie te preparó para esto. Porque a lo mejor te han hablado de lo típico: cólicos, dormir poco, las noches sin pegar ojo… pero ¿de esto? De esto casi nadie habla.

El diagnóstico suele ser clínico, es decir, el médico o la médica observa la forma de los pies y, en la mayoría de los casos, puede confirmarlo sin necesidad de pruebas adicionales. Algunas veces, para descartar otros problemas asociados, pueden pedirte una ecografía o una radiografía, pero lo más habitual es que lo vean a simple vista.

Importante:
El pie zambo no duele, ni le impide mover las piernas o los deditos. Simplemente, está en una posición incorrecta que necesita ser corregida poco a poco.

Lo que sí duele, a veces, es el miedo que sentimos las familias al principio.
Por eso estamos aquí. Para recordarte que el diagnóstico es solo el primer paso de una historia que, aunque ahora te parezca cuesta arriba, está llena de pequeños logros y muchísimo amor.

a baby's feet and toes are shown in this image
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